sábado, 9 de julio de 2011

AGUSTIN LIZARRAGA RUIZ… El gran descubridor de MACHUPICCHU

AGUSTIN LIZARRAGA RUIZ…

EL GRAN DESCUBRIDOR DE MACHUPICCHU
                                                                                                      Eduardo Díaz Chanamé
Recuerda pueblo peruano que un 14 de julio de 1902 casi en silencio ocurrió uno de los mas grandes acontecimientos, no solo de Cusco y Perú, sino también del mundo: El Descubrimiento de la Ciudad Inca de Machupicchu, aquel glorioso día nadie imaginó la gran influencia que ejercería sobre los destinos de los cusqueños y peruanos, tampoco nadie imaginó que 9 larguísimos años después, el 24 de julio de 1911 llegaría el primer turista extranjero: un tal Hiran Bingham y que tras él llegarían millones de turistas desde todos los confines del mundo en un impresionante peregrinaje masivo a este Altar Sagrado De La Humanidad, dejando millones de dólares.

El descubridor fue el cuzqueño Agustín Lizárraga, quien en el año de 1902 organizó una expedición conformado por su primo Enrique Palma Ruiz, administrador de la Hacienda Collpani; por el mayoral de la misma, Gabino Sánchez y su peón Toribio Recharte impulsado por el secular afán de conocer lo desconocido y buscar nuevas tierras para la agricultura. Subió por el cañón y en la cima encontró colgada la ciudad inca de Machupicchu, recorrió todos sus recintos, tomó conciencia de que había encontrado un lugar excepcional, por lo que decide dejar para la posteridad una certificación de su hallazgo: una inscripción en el Templo de Las Tres Ventanas, que decía Agustín Lizárraga 14 de julio - 1902, que 9 años mas tarde la encontró, consignó, reportó y publicó el mismísimo H. Bingham. Agustín Lizárraga al año siguiente hace plantaciones de maíz, verduras en sus terrazas principales dejando a su peón Toribio Recharte y familia, 4 años después envía a otro: Anacleto Álvarez y familia para hacerle compañía. En 1904 realiza el 1er viaje turístico con los miembros de la familia Ochoa de Collpani y sus trabajadores, años después llega Bingham y desde aquí la historia ya es harto conocida…Esta versión fue ampliamente conocida por intelectuales cusqueños y defendida ardorosamente por el Presidente de la Delegación Peruana ante Yale, primer investigador peruano de Machupicchu, y gran Alcalde de la ciudad del Cusco José Gabriel Cosio.

Sin embargo esta verdad del descubrimiento de Machupicchu fue aplastada por el apabullante marketing que le hicieron a Bingham todos los medios de comunicación al punto que la revista Nacional Geographic publicó una versión acomodada y unilateral, que quedó como una verdad universal. Después de esto para Bingham se tacaron todas las fanfarrias, donde se perdió toda objetividad y en el calor de los fuegos artificiales se evaporó la verdad, en esas condiciones le añadieron la versión del “descubrimiento científico”, olvidándose del verdadero descubridor; en ese sentido las palabras, de hace casi un siglo, del Dr. José Gabriel Cosio en el informe oficial al Gobierno Peruano son encomiables: “Machupicchu descubierta estaba el 14 de julio de 1902 por el señor Agustín Lizárraga y sus vecinos de San Miguel …El señor Lizárraga subía con frecuencia a Machupicchu los años anteriores (a 1911) y no es verdad que el doctor Bingham haya sido el descubridor de Machupicchu, él le ha dado la vida de la fama, su celebridad tenemos que deberla al Doctor Bingham… el tiene el indiscutible mérito en haberlas estudiado”…!qué sabias palabras¡ objetivas y precisas; cabales y justicieras, de todo un gran intelectual decente y elegante…y lejos de cualquier apasionamiento de hoy.

La francesa Simona Waisbarb en su libro “Misterios de Machupicchu” nos dice “Lizárraga fue un profundo conocedor de la zona…le dio a Bingham las mejores perlas”. El fue un joven agricultor mollepatino, explorador empedernido, ágil, perspicaz, lúcido y vivaz “nuestro guía y compañero Lizárraga era un gamo para trepar los lugares mas inaccesibles y un valiente para desafiar todos los obstáculos…” (José Gabriel Cosio), El Sabía leer y escribir perfectamente, no era “indio ignorante” ni un “agricultor analfabeto” tal como lo quieren hacer aparecer ciertos doctores de la Universidad cusqueña.

Alfred Bingham, hijo de Hiran, en su libro “Retrato de un explorador” señala que su padre eliminó toda referencia a Agustín Lizárraga y las fotos, donde, gran parte de la ciudad no estaba cubierta por “la vegetación de los siglos” nunca fueron publicadas por Hiran; demostró cómo su padre fue modificando en sucesivas publicaciones su argumentación para transformase poco a poco en el “descubridor científico” de Machupicchu. Así se amarró la historia del descubrimiento en la conciencia de los peruanos. Hiran Bingham nunca ha sido ni descubridor, ni científico, cambiaron groseramente una visita exploratoria a un descubrimiento científico, que solo se da en las ciencias fundamentales. ¡Que curioso! en su primera salida con guía bilingüe, tour conductor, con el primer policía de turismo del Perú sargento Fabián Carrasco y sin buscar nada, llegó de frente al lugar señalado de antemano. Bingham de la noche a la mañana se convirtió de simple profesor de historia (teacher) a científico y que “científicamente” saqueó los tesoros de Machupicchu. El ha sido un estudioso, investigador, marketeador de Machupicchu y de si mismo. En su primer libro hace referencias a Lizárraga y al saber que éste había fallecido lo ignora después y muerto el descubridor, Bingham ordena destruir la inscripción de Lizárraga del Templo de Las Tres Ventanas y se arroga el descubrimiento de Machupicchu.

En su libro Alfred Bingham cuenta sobre un sensacional hallazgo de excepcional valor para la historia, señala que en la libreta de campo de su padre, de puño y letra Hiran Bingham escribió “Agustín Lizárraga es el descubridor de Machupicchu y él vive en el puente de San Miguel, justo antes de pasar…” y a nosotros los peruanos bien nacidos solo nos queda gritar ¡¡A Confesión de Parte Relevo de Pruebas!!

Hoy, en el 109 aniversario de su descubrimiento y en el Año del Centenario del Nacimiento de José María Arguedas rindamos todos el homenaje eterno a su descubridor cusqueño para ponerlo en el merecido pedestal del Altar Sagrado de la Patria y redimir su hazaña epopéyica; rescatar y reivindicar nuestros valores y forjar nuestra identidad nacional.

                         ¡GLORIA Y HONOR A AGUSTIN LIZARRAGA RUIZ!
¡El Gran Descubridor de Machupicchu!

AL MAESTRO DE SIEMPRE...

"PARA SER MAESTRO...SE NACE"..
 El Colegio
                                                                                                                                              Eduardo Díaz
Un conejo, un pájaro, un pez, una ardilla, un pato y otros animalitos, se reunieron para fundar un colegio y se sentaron a redactar el programa de estudios.
El conejo quiso que en el programa se incluyera la carrera. El pájaro quiso que se incluyera la técnica de volar. El pez, la natación. La ardilla insistió en que debía agregarse el modo de trepar a los árboles en forma perpendicular. Los demás animales también quisieron incluir su especialidad en el programa de modo que anotaron todo y cometieron el gran error de exigir que todos los animales cursasen la totalidad de las materias.
El conejo era excelente en carrera. Nadie corría tan bien como él, pero le exigieron que aprendiera a volar. Lo subieron entonces a un árbol y le ordenaron:
-¡Vuela conejo!
Y el pobrecito se largó, se quebró una pata y se fracturó el cráneo. Quedó con una lesión cerebral y ya no pudo correr bien, de manera que en vez de obtener la máxima calificación en carrera obtuvo una inferior y sacó la mínima en vuelo puesto que estaba aprendiendo. Y el Consejo de estudios estaba feliz.
Lo mismo le sucedió al pájaro. Era capaz de volar por todas partes, dar volteretas y sacar las notas más altas hasta que le pidieron que cavara hoyos en la tierra como topo. Por supuesto que se quebró las alas y el pico y no pudo volar más, pero sus maestros se contentaron con bajarle la calificación en vuelo, y así sucesivamente.
¿Y saben quien fue el alumno que dijo el discurso de despedida en la graduación? Una anguila retardada mental porque podía hacer todo relativamente bien.
El búho abandonó los estudios y ahora vota en contra de todos los impuestos que quieran implantarse para "promover la educación"
Sabemos que esto está mal y sin embargo no se hace nada al respecto. Uno puede ser un genio, uno de los mayores escritores del mundo, pero no puede ingresar en la universidad porque no aprueba trigonometría ¿Con qué objeto? No importa quien es uno.
Vean estos nombres que abandonaron sus estudios: William Faulkner; Jhon F. Kennedy; Thomas Edison. No pudieron enfrentar al colegio, no lo soportaron.
El pájaro dice: "No quiero aprender a trepar árboles en forma perpendicular. Soy capaz de volar hasta la copa del árbol sin necesidad de hacer eso" y le responden:
"No importa se trata de una buena disciplina intelectual"... Leo Buscaglia.

Todas las personas tienen un don, una habilidad que fácilmente pueden desarrollar, es como si la naturaleza, la mano de Dios hubiese puesto una marca especial en cada alma para desplegar más tarde esas habilidades que harán de cada uno un ser particular y no generalizado

La enseñanza en las escuelas debe promover justamente eso, que cada niño aprenda a tener confianza en sus propias capacidades y desarrollarlas antes que nada, luego, con el tiempo, cuando esté bien afianzado en aquellas aptitudes que son tan naturales para él, entonces podrá ir abordando otras facetas.
El ser humano a lo largo de estos años, en que ha tratado de erigir su sociedad como estable, ha intentado miles de recetas para condicionar a cada uno de sus miembros movidos por un deseo de estabilidad. Ante ello la respuesta que dio a cada uno de sus miembros es la misma que leemos en el cuento de Buscaglia "se trata de una disciplina intelectual", pero lo que debemos saber es que la disciplina intelectual la ejerce el que estudia y el que la impone sabe que se beneficia a través del esfuerzo ajeno.
Lo mejor está dentro de uno mismo, no hace falta mirar hacia afuera para encontrar lo bueno, sino ejercer una suave presión interior para desplegar las capacidades innatas, que en definitiva serán las que beneficiarán, no solo al que las posee sino que también al que reciba sus efectos.

El educador tiene la vocación para cumplir con esta misión multiplicadora de conocimientos, con la fuerza espiritual que supera los avatares durante el desempeño de sus funciones, debe dibujar muchas veces una sonrisa, dejando de lado los problemas en su entorno, bajar la voz, cuando su alma reclama justicia, la equivalencia de un sueldo digno, merecido con dignidad, el derecho de capacitarse, por su cuenta ,ilustrarse con metodologías modernas y llevar todos los conocimientos actualizados a su aula, es tiempo que se le de el lugar que corresponde a quienes imparten sabiduría, recordemos que todos llevamos en el corazón a nuestros profesores. 
  LO BIEN APRENDIDO NUNCA SE OLVIDA.
          ¡FELICIDADES A TODOS LOS MAESTROS! ..Docentes con decencia...